Parecía que los problemas no desaparecían tan rápido como Naomi en algún momento pensó. Aquellos dos hombres con apariencias diferentes pero con actitudes parecidas, estaban causando muchos conflictos en cuestión de segundos. Todo se adentraba en calor al mismo tiempo que la joven Naomi demostraba mas temor referente a los enfrentamientos, pues aprendió que de ellos nunca se obtiene algo bueno, que realmente valiera la pena. Sin embargo nunca antes se encontró entre la espada y la pared, por llamarle de un modo, pues sus pensamientos acerca de el miedo y el abandono a las personas cercanas o queridas, era lo peor. Odiaba sentir miedo, pero más odiaba dejar a un ser querido a su suerte a causa de no poder hacer nada gracias al maldito miedo que siempre la perseguía. Era como si una gran piedra se encontrara sobre su espalda impidiendo que su cuerpo reaccione y se mueva ante cualquier suceso. Dada la circunstancia, la mente de la joven no se pensaba. Su cabeza se limitaba a pensar y por ella no pasaba algo diferente a "temor" o algo que no fuese "¿Que hago?, ¿Que tengo hacer?, ¿Que diablos debo hacer?!!". Todo eran preguntas sin respuesta alguna. La frustración y el miedo evitaban cualquiera posibilidad que Naomi tenía para ayudar a las personas, pues era paralizada completamente, su cuerpo no le permitía hacer algo diferente que solo mirar y en algunas ocasiones hablar. + Diablos... + Menciono entre dientes luego de que Sanji se levantara y fuera en rescate hacía la camarera, quien se encontraba entre los brazos del hombre con mayor estatura. Pero eso no fue durante mucho tiempo, pues sin compasión alguna y siendo todo un salvaje, la tomo con fuerza y la lanzo a su compañero con apariencia de gorila tras haber escuchado las palabras llenas de enfado, que venían de los labios del joven, haciéndolas sonar ciertamente retadoras. Ya todo indicaba que el oponente numero uno seria el de mayor estatura. Al estar uno a uno, frente a frente, Sanji tomó la iniciativa dando un gran golpe en la pierna, pero ¡Vaya sorpresa!, no logro moverlo ni siquiera un poco, fueron fuerzas gastadas en "Nada" como quien dice. Ambos jóvenes se asombraron al ver lo ocurrido, el joven hablo y Naomi solo se arrastro un poco hacía atrás al mirar como parte del suelo se había abierto después de dicho golpe. + Tengo que ayudarle... debo hacer algo rápido...! + Sé dijo así misma, o más bien se exigió con fuerza y reclamo. No era justo solo observar y dejar que las cosas sigan así, colaborando solo uno. Rápidamente al ver a su al rededor, noto como ella se encontraba a una distancia considerable del hombre que su apariencia era como de un gorila. El sostenía muy bien a la camarera, más sin embargo la atención era absorbida por la pelea que se llevaba a cabo frente al mismo. En eso, Naomi se dió cuenta que era el momento adecuado para actuar. Por fin reacciono, cogió valor y se coloco de pie sin hacer ruido alguno y a espaldas de el hombre "malo" tomo con ambas manos un banco de madera que se encontraba en parte donde se pedían las bebidas directamente. La also y con fuerza la dejo caer sobre la cabeza de aquel hombre. Obviamente solo lograría marearlo un poco, suficiente para volverlo atacar, pero antes que nada, la camarera huyo al mismo tiempo que Naomi respiraba un poco agitada debido a la adrenalina y desesperación que sentió. Ella giro rápidamente su mirada para buscar algo más a su alcance antes que él se compusiera del todo. Por unos segundos el pánico regresó para atormentarla. No quería alterarse en lo absoluto, eso solo le traería problemas y la volvería inútil, volviéndose un gran estorbo para seguir adelante.

Naomi no contaba con todo el tiempo del mundo, debía ingeniárselas pronto. + ¡Rápido!. + Grito dirigiendo la mirada a cada rincón del sitio, donde encontró la taza de vidrio. La tomo y estrello en la cabeza de nuevo, el cual al recibir el golpe en una parte tan sencible como está, cayó inconsiente en el suelo. Naomi utilizo demasiada fuerza en ese golpe, pues no podía ayudar de otra manera.