#1Dom Ene 01, 2012 10:55 pm
[Trama] Los movimientos empiezan en las sombras
Aquel era un bar de mala muerte, nadie que no estuviera loco, evitaría entrar en dicha taberna. Todos bebiendo, conversando por lo bajo, pidiendo un trago o simplemente observaban desde algún rincón apartado. No había mucho ruido, salvo cuando la hora de que alguien tocase el piano llegaba. Todos sabían hablar lo suficientemente bajo para no ser escuchados por los demás. Sin embargo, como era costumbre, se hizo silencio cuando dos figuras entraron al lugar, las cuales iban de una manera muy peculiar, ya que ambos vestían igual.
Las miradas siguieron a aquellos dos que se desplazaron hasta el rincón más apartado de la taberna y tomaron asiento. Algunos hubieran reído, pero nadie se atrevió cuando aquellos dos solo ordenaron dos tazas de té y un aperitivo para acompañar. Poco apoco las miradas volvieron a donde estaban antes de la interrupción el ambiente volvió a ser el mismo.
-¿Supiste lo que paso en el norte? – pregunto uno de ellos mientras tomaba la taza y se la llevaba a los labios mientras miraba a su compañero.
-Ese idiota está volviendo a causar problemas – indico negando con la cabeza – mira que retar a la mizukage el solo y sin su compañero.
-Bueno, kureko no es de gran ayuda al fin y al cabo – termino por contestar, mientras retiraba el sombrero que llevaba y lo dejaba sobre la mesa – pero de todas formas está causando problemas, quizá pronto sea necesario eliminarlo.
-Mientras no den la orden no me tentare a nada, es un tío con el que no me gustaría pelear – anuncio mientras terminaba sus aperitivos.
-¿Qué pasa chicas? – les pregunto un shinobi acercándose con altanería, sin duda alguna producto del alcohol se sentía más fuerte y mas fanfarrón -¿Por qué vienen como un par de mujeres a tomar té en un bar de hombres – siguió mientras ninguno de los dos le contestaba. – vamos, digan al….
El hombre no continuo, había caído muerto en el acto, al caer sordamente su cuerpo en el suelo su garganta estaba llena de agujas de metal que hacían que la sangre corriera en ellas. La mano de uno de los presentes estaba gris, y en un segundo volvía a su color original.
-No soporto a los bocones – anuncio quedamente tomando de nuevo su taza y haciendo que el anillo en su dedo brillara por un momento.
-E-e-ese es ¡Elliot Shaffer! – grito uno de los presentes por lo que muchos se pusieron de pie y comenzaron a tratar de salir…. Mala decisión no tenían que hacer tanto ruido. En solo unos segundos, el bar quedo en silencio, adornado con los cadáveres de todos los que hacia un momento había estado bebiendo.
-Como dije… me molesta mucho el ruido – indico sentándose después de haberse levantado.
-¿Alguno tiene recompensa?, aunque me molesta que mates a diestra y siniestra… es útil cuando hay dinero de por medio – indico quien era tesorero y miraba fugazmente por todo el lugar. – Dejaste uno con vida – le hizo ver mirando al tabernero quien los veía congelado del miedo.
-Por supuesto.. es el único que hizo silencio – aseguro mientras se levantaba una vez finalizado su te, del mismo modo que su compañero quien ponía el pago del servicio en la mesa. El tabernero tenía algo para contar a sus próximos clientes, a ese par de shinobis que ataviados con aquellas túnicas negras y con nubes rojas habían pasado por su local…. Akatsuki hacia aparición.
Las miradas siguieron a aquellos dos que se desplazaron hasta el rincón más apartado de la taberna y tomaron asiento. Algunos hubieran reído, pero nadie se atrevió cuando aquellos dos solo ordenaron dos tazas de té y un aperitivo para acompañar. Poco apoco las miradas volvieron a donde estaban antes de la interrupción el ambiente volvió a ser el mismo.
-¿Supiste lo que paso en el norte? – pregunto uno de ellos mientras tomaba la taza y se la llevaba a los labios mientras miraba a su compañero.
-Ese idiota está volviendo a causar problemas – indico negando con la cabeza – mira que retar a la mizukage el solo y sin su compañero.
-Bueno, kureko no es de gran ayuda al fin y al cabo – termino por contestar, mientras retiraba el sombrero que llevaba y lo dejaba sobre la mesa – pero de todas formas está causando problemas, quizá pronto sea necesario eliminarlo.
-Mientras no den la orden no me tentare a nada, es un tío con el que no me gustaría pelear – anuncio mientras terminaba sus aperitivos.
-¿Qué pasa chicas? – les pregunto un shinobi acercándose con altanería, sin duda alguna producto del alcohol se sentía más fuerte y mas fanfarrón -¿Por qué vienen como un par de mujeres a tomar té en un bar de hombres – siguió mientras ninguno de los dos le contestaba. – vamos, digan al….
El hombre no continuo, había caído muerto en el acto, al caer sordamente su cuerpo en el suelo su garganta estaba llena de agujas de metal que hacían que la sangre corriera en ellas. La mano de uno de los presentes estaba gris, y en un segundo volvía a su color original.
-No soporto a los bocones – anuncio quedamente tomando de nuevo su taza y haciendo que el anillo en su dedo brillara por un momento.
-E-e-ese es ¡Elliot Shaffer! – grito uno de los presentes por lo que muchos se pusieron de pie y comenzaron a tratar de salir…. Mala decisión no tenían que hacer tanto ruido. En solo unos segundos, el bar quedo en silencio, adornado con los cadáveres de todos los que hacia un momento había estado bebiendo.
-Como dije… me molesta mucho el ruido – indico sentándose después de haberse levantado.
-¿Alguno tiene recompensa?, aunque me molesta que mates a diestra y siniestra… es útil cuando hay dinero de por medio – indico quien era tesorero y miraba fugazmente por todo el lugar. – Dejaste uno con vida – le hizo ver mirando al tabernero quien los veía congelado del miedo.
-Por supuesto.. es el único que hizo silencio – aseguro mientras se levantaba una vez finalizado su te, del mismo modo que su compañero quien ponía el pago del servicio en la mesa. El tabernero tenía algo para contar a sus próximos clientes, a ese par de shinobis que ataviados con aquellas túnicas negras y con nubes rojas habían pasado por su local…. Akatsuki hacia aparición.