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#1Lun Ene 09, 2012 7:38 pm
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[Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca GRUPO 1
Aquella chica se había limitado a sonreírles y mover un poco el timón para tomar una corriente en aquel gélido mar que los llevase hasta la tierra que ella deseaba. Parecía ilusionada con el solo hecho de volver a su tierra. En sus ojos se veía la emoción mientras miraba hacia el frente en espera de arribar a aquellas costas que ansiaba. Aun con la frialdad con la que había sido tratada por el de konoha, había entrado a la embarcación y salido con un par de enormes mantas que sin duda pertenecían a aquellos dos gigantes.
Al parecer esos dos estaban de pesca desde hacía mucho pues habría cantidad suficiente de pescado para comer durante el viaje, y a comparación de como habían despertado, aquel viaje lo pasarían realmente de manera mucho más cómoda. La guardia durante la noche la hizo shiu, diciendo que quería mirar las estrellas mientras ambos ninjas dormían. Despertarían aun cálidos por aquellas mantas y con el prospecto de desayuno debido a la gran cantidad de pescado, conservarlo no hacía falta, el gélido clima hacia de conservados natural. La mañana transcurrió tranquila y si le hacían pregunts a la chica del lugar al que iban ella se limitaba a contestar con un sencillo “pronto lo veras viajero”, y volvía su vista al frente. Y lo mismo se repitió durante un apr de horas de la mañana.
-¡Hemos llegado! – Anuncio emocionada casi saltando en la proa del barco, aunque a decir verdad no se veía nada. El canal que navegaban estaba flanqueado por dos grandes muros de hielo a cada lado y el frente estaba solo blanco – mi aldea no tiene un puerto, así que caminaremos un poco - les dijo sonriendo. Desembarcaron, y como decía aquella chica, solo tenían que caminar un poco, pero lo primero que vieron no fue aquella aldea, si no un grupo bastante llamativo, de unas seis personas, las cuales, Nagato y Sanji sabrían que cinco shinobis, y un extraño anciano, los cuales parecían confundidos por estar en esa situación - ¿Quiénes son ustedes? – les pregunto Shiu a todos los reunidos ahí.
GRUPO 2
El viaje había sido gélido, apenas os habías despertado, aquella mujer había vuelto a ponerse la armadura, parecía que esta ya llevaba tiempo despierta y observaba fuera de la cueva las condiciones para el camino que harían aquel día. Parecía estar de buen humor y había algo en su mirada que no había el día anterior: esperanza y felicidad. La sonrisa que no tenia en todo el día anterior y que parecía el de kiri había provocado, no se había borrado de su rostro en toda la noche, ahora a la reflejante luz de la nieve parecía estar radiante.
-Más vale que nos movamos – les pidió volviendo a tomar su lanza y a ponerse el casco – no os olvidéis del trato que tenemos – les pidió mientras les hacia un gesto para que salieran de la cueva y fueran detrás de ella. Tal como el dia anterior caminaron, caminaron durante lo que pareció un gran periodo de tiempo, quizá caminaron alrededor de cuatro o cinco horas, hasta que cruzaron un elevado monte de nieve y la guía les detuvo con la palma de la mano - hasta aquí os acompañare… atravesando esta duna… llegareis a kazhan-dum – les dijo – no olvidéis nuestros trato – repitió quitándose el casco y juntando su índice y anular con sus labios los puso en su frente y los señalo, parecía la forma de despedida en aquel lugar – os deseo suerte en lo que hagáis… y no volváis a esta tierra – les anuncio poniéndose el casco de nuevo y dejándolos ahí.
Ahora los viajeros cruzarían aquella duna que les había señalado la mujer, quien ya se alejaba por donde había venido. En cuanto lo hicieran, sentirían que un meteorito les caía del cielo. Quizá hasta los derrumbase y empujase en varias direcciones un metro o dos. Había sido un impacto realmente fuerte… Aunque al levantarse solo mirarían a un anciano mal trecho que se reincorporaba y a tres shinobis, dos de ellos estaban heridos de gravedad, aunque el que parecía ser el responsable de todo aquello solo estaba tronándose la espalda como si aquello hubiera resultado solamente incomodo.
-¿Quiénes son ustedes? – se escucho a sus espaldas.
GRUPO 3
La penosa marcha de aquel grupo continuaba. Aquellos soldados parecían no cansarse de hacerlo. Habían caminado todo el día, y al oscurecer habían prendido una improvisada fogata que apenas y los había calentado. Parecía que ellos estaban bien con sus vestimentas, pero los shinobis pasarían una gélida noche. Todos menos las de cabellos castaños, quien había sido calentada por un grueso abrigo que parecía ser de piel de oso y que había ofrecido uno de aquellos hombres durante la noche. Durante toda la noche los soldados no durmieron, uno hacia guardia en los alrededores, mientras otro se dedicaba a atender el fuego y el tercero vigilaba a los prisiones.
Ni bien había amanecido los habían apurado a levantarse para continuar con la caminata. Parecía un verdadero martirio, no habían comido nada en todo aquel tiempo. Y lo único bueno de aquel clima es que beber era en necesario mínimo debido a la nieve que azotaba el cuerpo en todo momento y lo mantenía hasta cierto punto hidratado. Sin embargo después de unas cuantas horas más. Cruzaron lo que parecía un cruce poro visible, flanqueado por dos grandes muros de hielo que los hombres rodearon para pasar. Al salir una gran estatua parecía recibirles, aquellos soldados se arrodillaron y besaron el anular y el índice antes de tocarse la frente y levantarse.. Parecía ser algo a lo que le tenían mucho respeto.
-Sentíos honrados de llegar hasta aquí – les anuncio el líder de aquel tercio, mas su mirada paso hacia donde un anciano y un grupo de shinobis estaba reincorporándose después de lo que parecía había sido una dura caída - ¡Señor Duziel! – se alarmo el hombre corriendo hacia el anciano y apurando a sus compañeros ya aquellos que habían encontrado – hace mucho que la gente de la ciudad le busca -¿vienen ellos con usted? – le pregunto mirando con desconfianza a los shinobis y desenvainando su espada.
GRUPO 4
Aquella ráfaga de viento los había elevado de manera imprevista, aun con el comentario del aterrizaje el anciano no parecía estar en extremo preocupado por lo que estaba sucediendo. Por algún motivo había oscurecido un tanto y amanecido relativamente rápido. En aquella parte del mundo la luz podía cambiar muy aprisa dependiendo del desplazamiento que se tuviera.
-Ya vamos… - índico el anciano cuando la ráfaga de viento se hizo menos intensa gradualmente y empezaron a caer en picada. Los shinobis sabrían que darían contra el suelo, aunque estuviera lleno de nieve… seguro que eso iba a doler.
Impactaron contra el mismo, cayendo frente a un trió de shinobis que seguramente se sorprenderían por aquello. Mientras otras tres personas llegaban desde lo que parecía un barco y una preguntaba quienes eran, y antes de que pudierais reincorporaos, ya había tres soldados alrededor de aquellos que habían llegado de tan escandalosa manera, mas parecía que el anciano abogaría por ellos. Pues el hombre que parecía ser el líder de aquellos armados hombres, preguntaba si aquellos eran sus invitados
-¿Eh… ellos? – pregunto el anciano como si no recordara nada de lo que hubiera pasado…- si… me acompañan creo – le indico dándole palmaditas al soldado para que se calmase.
-Si vienen con el señor Duziel son invitados – afirmo el soldado suspirando – Siéntanse honrados todos ustedes – les anuncio haciendo un amplio movimiento con el brazo para señalar lo que deberían haber visto de no ser por todo aquel jaleo – admiren la gran y sagrada ciudad de Kazhad-dum… la ciudad de los dioses
- Spoiler:
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#2Mar Ene 10, 2012 8:48 am
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Desperté por la mañana después de una noche de sueño acogedora y tranquila. Estaba tumbado en el barco, pero no tenía frío porque estaba tapado con una manta gigante y muy caliente que me había proporcionado calor y me había protegido del frío durante toda la noche, donde la temperatura era con diferencia mucho más baja que por el día. Nagato se encontraba durmiendo a mi lado con una manta exactamente igual a la mía, así que decidí no molestarlo y caminé hacia donde se encontraba Shiu, ya que esa noche ella había hecho la guardia en el barco y había llevado el barco por aquellas aguas heladas hacia el lugar donde se encontraba su aldea. Mis intentos por sacarla información no habían dado resultado, puesto que su única respuesta era siempre: "ya lo verás".
Poco tiempo después, pude notar la alegría de la joven al ver dos muros de hielo al decir que ya habíamos llegado. Al parecer, su aldea no tenía puerto, así que atracó en un lado donde había tierra firme, bajamos del barco echando el ancla y empezamos a andar durante unos minutos hasta que llegamos a la entrada de una ciudad hermosa, completamente blanca, y que estaba rodeada por montañas. La ciudad se alzaba en varias calles y pisos, convirtiéndola en una especie de castillo gigante y habitado por un montón de personas. En el centro de la ciudad había un acantilado de piedra blanca que se alzaba unos cuantos metros hacia arriba. Una extraña sensación de alegría y tranquilidad me rodeó de lleno al ver aquella espléndida ciudad. Mi mente se había imaginado un pueblo con chozas y casas pequeñas donde no habría muchas personas, pero no... esa ciudad era mucho mejor y me invitaba a quedarme durante un tiempo para investigar sus misterios ocultos y su historia.
Sin embargo, allí había 6 personas, de las cuales, 5 eran shinobis, y la sexta era un anciano, al cual, Shiu no había reconocido. Al parecer todos nos dirigíamos hacia esa ciudad, y me atrevía a decir que tanto Shiu como el anciano eran habitantes de aquel fabuloso lugar. Esperé pacientemente haber lo que pasaba, sin decir nada y entrecerrando los ojos, cruzando los brazos para conservar la temperatura y no coger frío. Ahora lo único que quería era entrar en la ciudad.
Poco tiempo después, pude notar la alegría de la joven al ver dos muros de hielo al decir que ya habíamos llegado. Al parecer, su aldea no tenía puerto, así que atracó en un lado donde había tierra firme, bajamos del barco echando el ancla y empezamos a andar durante unos minutos hasta que llegamos a la entrada de una ciudad hermosa, completamente blanca, y que estaba rodeada por montañas. La ciudad se alzaba en varias calles y pisos, convirtiéndola en una especie de castillo gigante y habitado por un montón de personas. En el centro de la ciudad había un acantilado de piedra blanca que se alzaba unos cuantos metros hacia arriba. Una extraña sensación de alegría y tranquilidad me rodeó de lleno al ver aquella espléndida ciudad. Mi mente se había imaginado un pueblo con chozas y casas pequeñas donde no habría muchas personas, pero no... esa ciudad era mucho mejor y me invitaba a quedarme durante un tiempo para investigar sus misterios ocultos y su historia.
Sin embargo, allí había 6 personas, de las cuales, 5 eran shinobis, y la sexta era un anciano, al cual, Shiu no había reconocido. Al parecer todos nos dirigíamos hacia esa ciudad, y me atrevía a decir que tanto Shiu como el anciano eran habitantes de aquel fabuloso lugar. Esperé pacientemente haber lo que pasaba, sin decir nada y entrecerrando los ojos, cruzando los brazos para conservar la temperatura y no coger frío. Ahora lo único que quería era entrar en la ciudad.
#3Mar Ene 10, 2012 11:29 am
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca El viento helado arrastraba consigo la embarcación donde viajaban sanji, shiu y nagato, este bote llevaba consigo una invaluable carga de comida y abrigos como para mantener alimentados y cálidos a los viajeros por un buen tiempo.
Ya que la joven no daba respuesta alguna a lo que los shinobis le preguntaban, hacia que nagato comenzase a dudar un poco sobre sus intensiones con ellos, después de todo este pensaba que si no tramaba nada malo entonces porque no daba información alguna, -> tal vez se trate de una información valiosa o simplemente no la conozca – pensó nagato tratando de calmar un poco su ansiedad.
Luego de varios intentos fallidos de conseguir algo de información, nagato se resigno y decidió pasar el tiempo observando el paisaje ártico, pero para sorpresa de este, la joven busco dentro de la embarcación unas mantas para los chicos y saco unos pescados para cenar. El frio de aquel invierno perpetuo penetraba cada poro del cuerpo de nagato, haciéndole sentir un poco resfriado, pero con una buena cena y un buen descanso mejoraron el ánimo de aquel ninja de kirigakure.
A la mañana siguiente el del rinnegan despertó después de que sanji lo hiciera, pero al contrario de este, nagato solo se quedo acostado un rato más hasta que vio que ya iban a desembarcar de la nave. De un brinco llego a tierra firme donde lo esperaban shiu y sanji, luego de que se reunieran de nuevo comenzaron a llegar hasta la entrada de lo que parecía ser una fortaleza escondida entre los pilares de hielo que circundaban la zona.
>woaaaao –era lo único que pensaba nagato al observar aquella gigantesca estructura, de pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por el interrogatorio que entablo shiu con un señor de edad avanzada, nagato solo se quedo escuchando y observo que junto al anciano habían 5 shinobis mas. -> Menos mal yo vengo con la que pareciera ser la princesa de este reino –pensó nagato luego de ver como reaccionaban los caballeros ante la presencia de los ninjas forasteros.
La hora habia llegado, pronto entrarían a la ciudad y podrían resolver los misterios y las dudas que rondaban por sus cabezas, o al menos eso pensaba el joven de los ojos purpuras.
Ya que la joven no daba respuesta alguna a lo que los shinobis le preguntaban, hacia que nagato comenzase a dudar un poco sobre sus intensiones con ellos, después de todo este pensaba que si no tramaba nada malo entonces porque no daba información alguna, -> tal vez se trate de una información valiosa o simplemente no la conozca – pensó nagato tratando de calmar un poco su ansiedad.
Luego de varios intentos fallidos de conseguir algo de información, nagato se resigno y decidió pasar el tiempo observando el paisaje ártico, pero para sorpresa de este, la joven busco dentro de la embarcación unas mantas para los chicos y saco unos pescados para cenar. El frio de aquel invierno perpetuo penetraba cada poro del cuerpo de nagato, haciéndole sentir un poco resfriado, pero con una buena cena y un buen descanso mejoraron el ánimo de aquel ninja de kirigakure.
A la mañana siguiente el del rinnegan despertó después de que sanji lo hiciera, pero al contrario de este, nagato solo se quedo acostado un rato más hasta que vio que ya iban a desembarcar de la nave. De un brinco llego a tierra firme donde lo esperaban shiu y sanji, luego de que se reunieran de nuevo comenzaron a llegar hasta la entrada de lo que parecía ser una fortaleza escondida entre los pilares de hielo que circundaban la zona.
>woaaaao –era lo único que pensaba nagato al observar aquella gigantesca estructura, de pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por el interrogatorio que entablo shiu con un señor de edad avanzada, nagato solo se quedo escuchando y observo que junto al anciano habían 5 shinobis mas. -> Menos mal yo vengo con la que pareciera ser la princesa de este reino –pensó nagato luego de ver como reaccionaban los caballeros ante la presencia de los ninjas forasteros.
La hora habia llegado, pronto entrarían a la ciudad y podrían resolver los misterios y las dudas que rondaban por sus cabezas, o al menos eso pensaba el joven de los ojos purpuras.
#4Miér Ene 11, 2012 6:21 pm
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Sin darse cuenta, Sai se había quedado dormido recostado sobre la incomoda pared de la cueva en la que se encontraban. En realidad no quería dormirse pero el cansancio de tantas horas caminando por la nieve lo veció y sus ojos terminaron cediendo. A la mañana siguiente, cuando a penas logra abrir los ojos, observa un brillo radiante en la entrada de la cueva, la nieve estaba resplandeciente al reflejar el escaso brillo del sol, ya las amenzas nocturnas habían desaparecido ahora deben enfrentarse a las que puedan aparecer en el transcurso del día.
Sai se levanta y estira un poco sus brazos y estrujandose los ojos se dirige hacia la salida justo a los otros chicos, algo más brillante les llama la atención, aquella mujer se había puesto nuevamente la armadura. Tan solo voltea a mirarlos y los llama para continuar su camino.
(Esta mujer tiene un semblante diferente, esta como más tranquila...) - Piensa Sai, percibiendo el cambio de actitud desde que se entero en la noche anterior sobre su "magia"
Tras ponerse su casco, recuerda el trato que tenían aquellos chicos con ella -Nunca aceptaron formalmente, tan sólo se asumió que su respuesta era afirmativa, no habían mejores opciones-
Perfecto.. ahora quizás yo seré el conejillo de indias de aquella gente... Susurra, apenas perceptible para aquellos chicos que estaban cerca de él.
El viaje continuó, parecía ser muy largo... caminar y caminar, incluso se siente que el camino estaba más largo que el que habían recorrido hasta la cueva, no podían arrepentirse, por lo menos estaban saliendo de aquel desolado lugar, justo cuando pensaban que el camino no terminaría observan un montículo de nieve, donde la mujer con armadura se detiene y les da libertad de moverse hacia su destino, ya su parte del trato estaba hecha y quitándose el casco les recuerda una vez más el cumplimiento del trato.
Veamos... Alguno de ustedes dos será el que dirá que manejo el poder de Azhiolos cuando lleguemos - Aclara Sai, mientras se sonrie. Puede sonarles extraño a aquel par llegar a la aldea y llamar asi a aquella naturaleza de chakra.
Los shinobis continuan su camino, esta vez deberían actuar verdaderamente como un equipo a menos que alguno decidiera escapar, es una buena ocación pero quizás no sea la mejor opción estando en tierras desconocidas, Sai no seria capaz de aventurarse en más problemas del que ya tenía encima, seguia cuestionándose que efecto produciría decir sobre poder manejar su naturaleza de fuego en aquella aldea. Distraido en sus pensamientos al caminar, algo repentino sucede, es como si el mundo se le viniera encima.
Sai no sabe bien lo que ocurrió, tan solo se levanta tan rapido como puede, no tiene ninguna herida solo un moretón en la pierna por el impulso a través de la nieve. Rapidamente trata de ubicar a sus compañeros, quienes al parecer estaban bien con algo de nieve encima, pero aún se movian, luego se percata que no estaban solos, otros jóvenes algo heridos estaban a poca distancia, el joven Uchiha no tenia ni idea de donde habían salido ni el estado de gravedad de sus heridas, tan solo fijo su atención en aquel anciano que podia tener relación con los cuerpos desconocidos sobre la nieve.
Me estaba haciendo la misma pregunta... Me llamo Sai, ellos son mis compañeros... llegamos hasta acá guiados por una mujer, vamos hacia Kazhan-dum - Expone, mientras se sacude los restos de nieve sobre su ropa. No pierde la vista del anciano ni sus reacciones, tan solo esperaba que no tuviese una actitud agresiva, las personas de esas tierras traian consigo muchas sopresas, una mercenario que en realidad resulto ser mujer... ahora este aparentemente indefenso anciano rodeado de jovenes heridos no pinta bien a simple vista.
Sai se levanta y estira un poco sus brazos y estrujandose los ojos se dirige hacia la salida justo a los otros chicos, algo más brillante les llama la atención, aquella mujer se había puesto nuevamente la armadura. Tan solo voltea a mirarlos y los llama para continuar su camino.
(Esta mujer tiene un semblante diferente, esta como más tranquila...) - Piensa Sai, percibiendo el cambio de actitud desde que se entero en la noche anterior sobre su "magia"
Tras ponerse su casco, recuerda el trato que tenían aquellos chicos con ella -Nunca aceptaron formalmente, tan sólo se asumió que su respuesta era afirmativa, no habían mejores opciones-
Perfecto.. ahora quizás yo seré el conejillo de indias de aquella gente... Susurra, apenas perceptible para aquellos chicos que estaban cerca de él.
El viaje continuó, parecía ser muy largo... caminar y caminar, incluso se siente que el camino estaba más largo que el que habían recorrido hasta la cueva, no podían arrepentirse, por lo menos estaban saliendo de aquel desolado lugar, justo cuando pensaban que el camino no terminaría observan un montículo de nieve, donde la mujer con armadura se detiene y les da libertad de moverse hacia su destino, ya su parte del trato estaba hecha y quitándose el casco les recuerda una vez más el cumplimiento del trato.
Veamos... Alguno de ustedes dos será el que dirá que manejo el poder de Azhiolos cuando lleguemos - Aclara Sai, mientras se sonrie. Puede sonarles extraño a aquel par llegar a la aldea y llamar asi a aquella naturaleza de chakra.
Los shinobis continuan su camino, esta vez deberían actuar verdaderamente como un equipo a menos que alguno decidiera escapar, es una buena ocación pero quizás no sea la mejor opción estando en tierras desconocidas, Sai no seria capaz de aventurarse en más problemas del que ya tenía encima, seguia cuestionándose que efecto produciría decir sobre poder manejar su naturaleza de fuego en aquella aldea. Distraido en sus pensamientos al caminar, algo repentino sucede, es como si el mundo se le viniera encima.
Sai no sabe bien lo que ocurrió, tan solo se levanta tan rapido como puede, no tiene ninguna herida solo un moretón en la pierna por el impulso a través de la nieve. Rapidamente trata de ubicar a sus compañeros, quienes al parecer estaban bien con algo de nieve encima, pero aún se movian, luego se percata que no estaban solos, otros jóvenes algo heridos estaban a poca distancia, el joven Uchiha no tenia ni idea de donde habían salido ni el estado de gravedad de sus heridas, tan solo fijo su atención en aquel anciano que podia tener relación con los cuerpos desconocidos sobre la nieve.
Me estaba haciendo la misma pregunta... Me llamo Sai, ellos son mis compañeros... llegamos hasta acá guiados por una mujer, vamos hacia Kazhan-dum - Expone, mientras se sacude los restos de nieve sobre su ropa. No pierde la vista del anciano ni sus reacciones, tan solo esperaba que no tuviese una actitud agresiva, las personas de esas tierras traian consigo muchas sopresas, una mercenario que en realidad resulto ser mujer... ahora este aparentemente indefenso anciano rodeado de jovenes heridos no pinta bien a simple vista.
#5Jue Ene 12, 2012 12:50 pm
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Al parecer la noche ya habia pasado y con ella todos los peligros que nos rodeaban fuera de esa cueva que nos protegia ahora la luz del sol entraba por adentro de la roca y la nieve que se encontraba en su interior se derretia humedeciendo todo el lugar.
La mujer casarecompensa hace rato que habia despertado se notaba ya que tenia su armadura puesta y preparada para salir de nuevo al exterior y cumplir su palabra lo unico distinto era su rostro no se veia tan jodido como el dia anterior.
Bueno al parecer no tenia mucho que decir solo me sacudi la ropa que tenia puesta y ya estaba listo para seguirla.
Luego de haber caminado agotadoramente horas por la nieve llegamos a la aldea de tan extraño nombre. Y la muchacha se despidio de nosotros regresando al gelido camino, al parecer no se queria separar de su destino.
Ya estando ahi un suceso extraño ocurrio el cual cayo como un meteorito y nos empujo cayendonos al suelo ya levantados observamos a un ansiano y a unos jovenes mal heridos.
-QUE MIE.. ACA PASAN COSAS RARAS PENSE-
Mientras me integraba otra vez y escuchaba que alguien preguntaba quien eramos.
-La misma pregunta te hago- dije con vos de odio
La mujer casarecompensa hace rato que habia despertado se notaba ya que tenia su armadura puesta y preparada para salir de nuevo al exterior y cumplir su palabra lo unico distinto era su rostro no se veia tan jodido como el dia anterior.
Bueno al parecer no tenia mucho que decir solo me sacudi la ropa que tenia puesta y ya estaba listo para seguirla.
Luego de haber caminado agotadoramente horas por la nieve llegamos a la aldea de tan extraño nombre. Y la muchacha se despidio de nosotros regresando al gelido camino, al parecer no se queria separar de su destino.
Ya estando ahi un suceso extraño ocurrio el cual cayo como un meteorito y nos empujo cayendonos al suelo ya levantados observamos a un ansiano y a unos jovenes mal heridos.
-QUE MIE.. ACA PASAN COSAS RARAS PENSE-
Mientras me integraba otra vez y escuchaba que alguien preguntaba quien eramos.
-La misma pregunta te hago- dije con vos de odio
#6Jue Ene 12, 2012 1:54 pm
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Después de un terrible aterrizaje el joven Tetsuya trato de caminar junto a sus compañeros, con aquel anciano a su lado, después de unos segundos se pudo visualizar una gran y magnifica Estructura, luego de llegar a la puerta de quel magnifico y hermosa estructura se encontraban dos sujetos que parecian ser guardias, el guardia preguntando si nosotros acompaniabamos al anciano, el anciano respondio afimativamente , haciendo que el guardia deje entrar a estos shinobis mientras que decia que deberiamos sentirnos honrrados al estar junto a este anciano que de por nombre tenia Duziel.El joven Tetsuya no entendia por que deberiamos sentirnos honrrados al ser restactados por aquel anciano ya qeue este no conocia al anciano, el joven Tetsuya ayudado por su companiero y lider de grupo, Kokoro, Shinobi de Kirigakure, junto al shinobi de konohagakure que alparecer esque estaba en grave peligro ya que este empesaba a desmayarse debido a sus grandes heridas...-Senio Duziel ayudelo porfavor no tiene mucho tiempo...-Dijo levemente el joven Shinobi de Iwa, al anciano esperando a que este Anciano ayudara al joven shinobi de konoha.Mientras entrabamos a la gran estructura vimos a muchos mas shinobis dentro de la gran estructura, el joven Tetsuya recordo algunas cara de estos shinobis ya que estos los habia visto en aquel lugar donde estaban haciendo reclutamiento para este tipo de mision.
#7Jue Ene 12, 2012 2:59 pm
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Y habían acampado, dormido caminado, caminado y mas caminado, a fin de cuentas únicamente en la mente del rubio se repetía una de esas cancioncitas que repetías y repetías, había estado tarareando la cucaracha durante horas mientras lo llevaban vendado por aquel paraje, quizá hubiera desquiciado a sus acompañantes, pero en fin, que se le iba a hacer, después de todo si no veía tenía que entretenerse de alguna manera.. Sin embargo en algún punto todos se habían detenido de golpe, claro sin ver había seguido caminando y chocado con un soldado y provocado que terminase en el suelo.
-O claro.. deténganse y no digan nada, al cabo que el ciego se terminara dando cuenta – se quejo en el suelo sin pararse ya que era un tanto tedioso y molesto ya aquella situación la llevaba desde el día anterior, había pasado una noche muy fría y no precisamente agradable por lo que estaba empezando a llegar al limita de su paciencia. A punto había estado de mandarlo todo al demonio cuando había escuchado más voces, muchas. Perfecto, ahora había más gente y el ni enterado, mientras los demás se entretenían mutuamente el rubio empezó a rodar por la nieve.
Escuchaba voces y parecía que se habían topado con otros grupos, pero que mas daba, atado y vendado no podía hacer nada, rodar en la nieve parecía más divertido y entretenido… y efectivo, rodando entre aquel cascajo frio había empezado a trocear la cuerda… si… se estaba lastimando a mil cojones pero valía la pena, al menos ya se había quitado la venda de los ojos y podía ver y lo primero que vio… fue luz, si, vendado todo el rato la luz le lastimo por lo que se dio de cara contra el suelo para cubrirse contra el suelo, después del dolor volvió a ver, y ahora si vio algo.
-¡¿Qué rayos es ahí?! – pregunto alzando la vista viendo aquella colosal ciudad ¿no eran de esos esquimales que Vivian en sus iglús? - ¿hicieron eso con piedra y hielo? – Les pregunto - ¿Qué clase de brujería es esa? – pregunto, hilarante dado que a él le habían llamado mago. Bueno, al menos había gente… no precisamente normal, gente herida… y ya pensaba que se volvía loco, seguramente tararear tanto tiempo la cucaracha no era bueno para la salud, mejor no decía mas hasta que supiera mas al respecto
-O claro.. deténganse y no digan nada, al cabo que el ciego se terminara dando cuenta – se quejo en el suelo sin pararse ya que era un tanto tedioso y molesto ya aquella situación la llevaba desde el día anterior, había pasado una noche muy fría y no precisamente agradable por lo que estaba empezando a llegar al limita de su paciencia. A punto había estado de mandarlo todo al demonio cuando había escuchado más voces, muchas. Perfecto, ahora había más gente y el ni enterado, mientras los demás se entretenían mutuamente el rubio empezó a rodar por la nieve.
Escuchaba voces y parecía que se habían topado con otros grupos, pero que mas daba, atado y vendado no podía hacer nada, rodar en la nieve parecía más divertido y entretenido… y efectivo, rodando entre aquel cascajo frio había empezado a trocear la cuerda… si… se estaba lastimando a mil cojones pero valía la pena, al menos ya se había quitado la venda de los ojos y podía ver y lo primero que vio… fue luz, si, vendado todo el rato la luz le lastimo por lo que se dio de cara contra el suelo para cubrirse contra el suelo, después del dolor volvió a ver, y ahora si vio algo.
-¡¿Qué rayos es ahí?! – pregunto alzando la vista viendo aquella colosal ciudad ¿no eran de esos esquimales que Vivian en sus iglús? - ¿hicieron eso con piedra y hielo? – Les pregunto - ¿Qué clase de brujería es esa? – pregunto, hilarante dado que a él le habían llamado mago. Bueno, al menos había gente… no precisamente normal, gente herida… y ya pensaba que se volvía loco, seguramente tararear tanto tiempo la cucaracha no era bueno para la salud, mejor no decía mas hasta que supiera mas al respecto
#8Jue Ene 12, 2012 6:09 pm
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Al parecer el viaje iba de mal en peor por cada minuto que pasaba ya que a lo que iba ocultándose mas el sol la nieve nos azotaba aún más preocupándonos primera de como cubrirse de este helado lugar. Por suerte yo traía una camisa con mangas largas lo cual me calentaban un poco pero no lo suficiente para soportar todo el viento helado que nos azotaba de frente hasta que finalmente oscureció por completo llegando con ella la peor parte de la tormenta de nieve
Los tipos que nos habían capturado decidieron acampar en el lugar donde nos encontrábamos ya que no podíamos seguir a que no se podía ver nada por la oscuridad y también el frio viento que nos azotaba a todos o eso creía yo hasta que recordé que esos tipos llevaban unos abrigos que los calentaban completamente y le entregaron otro a Alice que me pareció muy conocido al verlo pero era mejor no decir nada para enfurecerlos, lo único que nos quedaba hacer era tratar de dormir esperando a que en el amanecer el clima estuviera mucho mejor
Ya en el amanecer fui despertado de mi tranquilo sueño por culpa de uno de los tipos raros por lo que me levante rápidamente y empecé a caminar nuevamente esperando a que en algún momento llegáramos a ese lugar donde ellos habitaban los tipos raros -Pffff... Que aburrimiento-Decía mientras veía a los demás caminando y viendo los alrededores igual que siempre, desolado y blanco
Hasta que repentinamente empezaron a cambiar la ruta flanqueando dos muros que aparecieron de la nada o por lo menos para mí aparecieron de repente-Pero cuando...-Dije a los que vi los grandes muros para luego pasar entre ellos y entrar a lo que parecía una ciudad en medio de la nada y apareció de repente-Hay no puede ser, ahora las cosas aparecen de la nada y son más grandes cada vez-Me dije a mi mismo mientras me rascaba un poco la cabeza y cerraba los ojos para luego abrirlos nuevamente y notar que los tipos raros estaban reverenciándose frente a una gran estatua del cual no tenía ni idea de quien era, luego apareció otro hombre de la nada pero no solo si no con otro acompañado por otras personas pero parecían no ser tampoco de estos lugares lo cual me produjo muchas preguntas en la mente
-Bueno al parecer las sorpresas no dejaran de aparecer mientras estemos en este lugar-Dije mientras vi como el líder del trio que nos capturo se acercaba al hombre y desenvainaba su espada apuntando su filo hacia las personas que se encontraban junto al hombre-Mmmmm...-Quede pensativo ya que no entendía lo que sucedía en el momento por lo que decidí quedarme quieto esperando que pasara con los acompañantes del hombre
Los tipos que nos habían capturado decidieron acampar en el lugar donde nos encontrábamos ya que no podíamos seguir a que no se podía ver nada por la oscuridad y también el frio viento que nos azotaba a todos o eso creía yo hasta que recordé que esos tipos llevaban unos abrigos que los calentaban completamente y le entregaron otro a Alice que me pareció muy conocido al verlo pero era mejor no decir nada para enfurecerlos, lo único que nos quedaba hacer era tratar de dormir esperando a que en el amanecer el clima estuviera mucho mejor
Ya en el amanecer fui despertado de mi tranquilo sueño por culpa de uno de los tipos raros por lo que me levante rápidamente y empecé a caminar nuevamente esperando a que en algún momento llegáramos a ese lugar donde ellos habitaban los tipos raros -Pffff... Que aburrimiento-Decía mientras veía a los demás caminando y viendo los alrededores igual que siempre, desolado y blanco
Hasta que repentinamente empezaron a cambiar la ruta flanqueando dos muros que aparecieron de la nada o por lo menos para mí aparecieron de repente-Pero cuando...-Dije a los que vi los grandes muros para luego pasar entre ellos y entrar a lo que parecía una ciudad en medio de la nada y apareció de repente-Hay no puede ser, ahora las cosas aparecen de la nada y son más grandes cada vez-Me dije a mi mismo mientras me rascaba un poco la cabeza y cerraba los ojos para luego abrirlos nuevamente y notar que los tipos raros estaban reverenciándose frente a una gran estatua del cual no tenía ni idea de quien era, luego apareció otro hombre de la nada pero no solo si no con otro acompañado por otras personas pero parecían no ser tampoco de estos lugares lo cual me produjo muchas preguntas en la mente
-Bueno al parecer las sorpresas no dejaran de aparecer mientras estemos en este lugar-Dije mientras vi como el líder del trio que nos capturo se acercaba al hombre y desenvainaba su espada apuntando su filo hacia las personas que se encontraban junto al hombre-Mmmmm...-Quede pensativo ya que no entendía lo que sucedía en el momento por lo que decidí quedarme quieto esperando que pasara con los acompañantes del hombre
#9Vie Ene 13, 2012 1:13 am
Re: [Trama] Aun en el hielo, la gran ciudad blanca Todos os habías terminado por reunir ahí, aquellos que habían llegado con los soldados parecían tener el camino asegurado hasta la ciudad, el resto había sido cercado por los mismos mientras estos con aquellas armas les apuntaban e impedían que hicieran cualquier acción del tipo ofensiva, el líder es quien avanzaba hacia ellos, analizando a todos y cada uno de los extranjeros, a su parecer, seria peli groso si entre ellos había un mago que usara hechicería de las lejanas tierras fuera de la bendición de su país. Por ello es que el rubio había permanecido atado aun con lo irritante que se había puesto.
-¡Señorita Shiu! – exclamo de improvisto uno de los soldados corriendo al lado de aquella fémina. Al percatarse de aquello tanto como su compañero como el líder corrieron a inclinarse y hace runa reverencia ante aquella peli azul - ¡la hemos buscado durante semanas! – le confesaron bajando la cabeza como si estuvieran apenados por fracasar en su búsqueda – Esos malditos gigantes corren por aguan extrañas que no aparecen en los mapas mi señora – siguió disculpándose el soldado mientras parecía molesto consigo mismo por todo el tiempo y trabajo que habia invertido y no había servido de nada.
-Levántate, Erial, Zafel, Garol – les pidió amablemente la chica y con los ojos vidrioso, el llanto asomaba dada la felicidad que sentía en aquellos momentos – fueron días difíciles, pero estos valientes guerreros fueron los que me ayudaron – dijo haciendo un gesto para indicar que vieran a Sanji y a Nagato – además necesito ir al concilio de sacerdotes, tengo una de las cinco llaves – le dijo. En aquel momento el soldado alzo el rostro como si aquella noticia fuera sorprendente, pero solo asintió, el parecía ser mas sensato y no deseaba hablar del asunto en aquel lugar con tantos extraños alrededor.
-Me alegra verla a salvo mi señora – dijo aquel hombre mostrando una sonrisa por primera vez, la cual enseguida desapareció cuando se incorporo junto con sus compañeros y miraron a aquellos dos que había señalado la chica – son extranjeros, y deberían ser expulsado del país, pero el haber traído hasta aquí a la señorita Shiu es una deuda que les tendremos, siéntanse en libertad de transitar por la ciudad en los niveles primarios, podrán quedarse ahí hasta que el paso de Kathadras se vuelva a abrir y puedan partir a sus tierras –les ofreció el soldado, era claro que aquella chica era muy querida y apreciada ahí.
El rostro de todos se volvió hacia donde el joven de Iwagakure pedía ayuda para kakashi, aquel chico de konoha estaba perdiendo sangre y temblaba debido a las mordidas delos lobos. Uno de los soldados camino hasta donde estaban apartando a Tetsuya e hincándose al lado del uchiha. Le miro u par de segundos examinando sus heridas, y tres ellos se volvió a sus compañeros negando con la cabeza. El líder camino hasta donde estaba y tomo la mano del peli plateado mientras sacaba su espada.
-Siéntete y Cae tranquilo en esta tierra bendecida por los dioses – le dijo mientras su espada atravesaba al chico en la garganta y un segundo después soltaba su mano cayendo sobre la nieve. El soldado beso su dedo índice y anular para ponerlos en su frente y posteriormente sobre las del shinobi. Paso su mano sobre sus ojos cerrando sus parpados – tardaron mucho en llegar, el chico iba a morir, no había nada que hacer, mejor caer con el orgullo que le quedaba a que sufriera mas y sintiera desesperación – se justifico con la fuerza que le correspondía a un guerrero de muchas batallas.
-Es una lástima… - indico el anciano - ¿Quién era ese chico? – pregunto totalmente despistado, mientras varios lo mirarían con extrañeza – a si.. ya recuerdo – agrego después de un minuto de incomodo silencio…- una lástima, parecía buena persona – termino mientras su mano se movía y un cálido viento envolvía al ninja levantándolo suavemente, y de improviso se transformo en una gélida brisa que se congelo a su alrededor encerrándolo en un tempano de hielo – ningún extranjero desea morir en una tierra que no es suya… pero podemos dejarlo ver nuestra ciudad hasta que el hielo decida que es hora de llevarlo por el mar – finalizo bajando su mano.
Los soldados se reorganizaron mirando nuevamente el panorama, uno de ellos estaba con el grupo de Allen y Alice, mientras que el otro estaba junto al de Shiu y examinaba el paso por donde habían llegado después de dejar la embarcación, murmurando algo sobre “ajustar la vigilancia en el sur”.
-Ellos han venido con nosotros – les señalo el hombre de nombre Erial a Sai, Wagner y Obito, haciendo referencia del rubio el peliblanco y la única chica shinobi de ahí – Ellos dos han de recibir el honor de devolvernos a la señorita Shiu – refirió obviamente a Sanji y Nagato – ellos vienen con el señor Duziel… pero ustedes no tienen que hacer aquí, si no quieren que el filo de mi espada perfore su garganta, será mejor que no intenten nada – les advirtió haciendo una señal a sus hombres – La señorita Shiu y la señorita Alice irán a la zona sacerdotal, ustedes dos – les dijo Nagato y a Sanji – pueden acompañarlas, muchacho – dijo dándole un empujón a Allen, ve con ellos y con los jóvenes que trajo el señor Duziel, podrán ver la ciudad mientras el concilio decide qué hacer con ustedes – y ustedes – señalo a Wagner, Obito, Sai – irán a la prisión junto con el mago – les sentencio tirando de la cuerda del tirado Vangyel.
Sin darles tiempo de poner pretextos los separaron en aquellos grupos haciéndolos caminar hasta las murallas de la ciudad. Al hablar con Erial los guardias les dejaron pasar y los grupos se dividieron, uno era llevado por la ciudad y el otro era llevado a la prisión de aquella sorprendente ciudadela.
FDI: Aquí concluye el fugaz tema 2, se abrirán los temas 3, con los respectivos grupos:
GRUPO 1: Viaje por la ciudad
-Allen
-Alice
-Lieske
-Nagato
-Sanji
-Kokoro
GRUPO 2: Prisión
-Wagner
-Sai
-Vangyel
-Obito
Ahí se encontraran con Will Hope
-¡Señorita Shiu! – exclamo de improvisto uno de los soldados corriendo al lado de aquella fémina. Al percatarse de aquello tanto como su compañero como el líder corrieron a inclinarse y hace runa reverencia ante aquella peli azul - ¡la hemos buscado durante semanas! – le confesaron bajando la cabeza como si estuvieran apenados por fracasar en su búsqueda – Esos malditos gigantes corren por aguan extrañas que no aparecen en los mapas mi señora – siguió disculpándose el soldado mientras parecía molesto consigo mismo por todo el tiempo y trabajo que habia invertido y no había servido de nada.
-Levántate, Erial, Zafel, Garol – les pidió amablemente la chica y con los ojos vidrioso, el llanto asomaba dada la felicidad que sentía en aquellos momentos – fueron días difíciles, pero estos valientes guerreros fueron los que me ayudaron – dijo haciendo un gesto para indicar que vieran a Sanji y a Nagato – además necesito ir al concilio de sacerdotes, tengo una de las cinco llaves – le dijo. En aquel momento el soldado alzo el rostro como si aquella noticia fuera sorprendente, pero solo asintió, el parecía ser mas sensato y no deseaba hablar del asunto en aquel lugar con tantos extraños alrededor.
-Me alegra verla a salvo mi señora – dijo aquel hombre mostrando una sonrisa por primera vez, la cual enseguida desapareció cuando se incorporo junto con sus compañeros y miraron a aquellos dos que había señalado la chica – son extranjeros, y deberían ser expulsado del país, pero el haber traído hasta aquí a la señorita Shiu es una deuda que les tendremos, siéntanse en libertad de transitar por la ciudad en los niveles primarios, podrán quedarse ahí hasta que el paso de Kathadras se vuelva a abrir y puedan partir a sus tierras –les ofreció el soldado, era claro que aquella chica era muy querida y apreciada ahí.
El rostro de todos se volvió hacia donde el joven de Iwagakure pedía ayuda para kakashi, aquel chico de konoha estaba perdiendo sangre y temblaba debido a las mordidas delos lobos. Uno de los soldados camino hasta donde estaban apartando a Tetsuya e hincándose al lado del uchiha. Le miro u par de segundos examinando sus heridas, y tres ellos se volvió a sus compañeros negando con la cabeza. El líder camino hasta donde estaba y tomo la mano del peli plateado mientras sacaba su espada.
-Siéntete y Cae tranquilo en esta tierra bendecida por los dioses – le dijo mientras su espada atravesaba al chico en la garganta y un segundo después soltaba su mano cayendo sobre la nieve. El soldado beso su dedo índice y anular para ponerlos en su frente y posteriormente sobre las del shinobi. Paso su mano sobre sus ojos cerrando sus parpados – tardaron mucho en llegar, el chico iba a morir, no había nada que hacer, mejor caer con el orgullo que le quedaba a que sufriera mas y sintiera desesperación – se justifico con la fuerza que le correspondía a un guerrero de muchas batallas.
-Es una lástima… - indico el anciano - ¿Quién era ese chico? – pregunto totalmente despistado, mientras varios lo mirarían con extrañeza – a si.. ya recuerdo – agrego después de un minuto de incomodo silencio…- una lástima, parecía buena persona – termino mientras su mano se movía y un cálido viento envolvía al ninja levantándolo suavemente, y de improviso se transformo en una gélida brisa que se congelo a su alrededor encerrándolo en un tempano de hielo – ningún extranjero desea morir en una tierra que no es suya… pero podemos dejarlo ver nuestra ciudad hasta que el hielo decida que es hora de llevarlo por el mar – finalizo bajando su mano.
Los soldados se reorganizaron mirando nuevamente el panorama, uno de ellos estaba con el grupo de Allen y Alice, mientras que el otro estaba junto al de Shiu y examinaba el paso por donde habían llegado después de dejar la embarcación, murmurando algo sobre “ajustar la vigilancia en el sur”.
-Ellos han venido con nosotros – les señalo el hombre de nombre Erial a Sai, Wagner y Obito, haciendo referencia del rubio el peliblanco y la única chica shinobi de ahí – Ellos dos han de recibir el honor de devolvernos a la señorita Shiu – refirió obviamente a Sanji y Nagato – ellos vienen con el señor Duziel… pero ustedes no tienen que hacer aquí, si no quieren que el filo de mi espada perfore su garganta, será mejor que no intenten nada – les advirtió haciendo una señal a sus hombres – La señorita Shiu y la señorita Alice irán a la zona sacerdotal, ustedes dos – les dijo Nagato y a Sanji – pueden acompañarlas, muchacho – dijo dándole un empujón a Allen, ve con ellos y con los jóvenes que trajo el señor Duziel, podrán ver la ciudad mientras el concilio decide qué hacer con ustedes – y ustedes – señalo a Wagner, Obito, Sai – irán a la prisión junto con el mago – les sentencio tirando de la cuerda del tirado Vangyel.
Sin darles tiempo de poner pretextos los separaron en aquellos grupos haciéndolos caminar hasta las murallas de la ciudad. Al hablar con Erial los guardias les dejaron pasar y los grupos se dividieron, uno era llevado por la ciudad y el otro era llevado a la prisión de aquella sorprendente ciudadela.
FDI: Aquí concluye el fugaz tema 2, se abrirán los temas 3, con los respectivos grupos:
GRUPO 1: Viaje por la ciudad
-Allen
-Alice
-Lieske
-Nagato
-Sanji
-Kokoro
GRUPO 2: Prisión
-Wagner
-Sai
-Vangyel
-Obito
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